El carismático Tadeo Figueroa suele transmitir alegría en sus redes, pero esta vez se lo vio completamente angustiado. Contó que había decidido viajar dos días antes a Buenos Aires para llegar tranquilo a su compromiso del pasado domingo 16 de noviembre. Sin embargo, la mala racha no tardó en aparecer: al llegar a la terminal descubrió que el pasaje de colectivo que le habían gestionado estaba emitido para el viernes anterior. Con la terminal ya cerrada y sin posibilidad de resolver nada en el momento, no tuvo más opción que cambiar de plan y sacar un vuelo para el sábado, con la esperanza de que al fin algo saliera bien.
Pero el alivio duró poco. Tadeo llegó al aeropuerto confiado, con tiempo, y sin hacer el check-in online porque debía despachar una valija. Cuando quiso hacerlo en el mostrador, se encontró con que había cerrado apenas diez minutos antes. Aun así, logró reprogramar el vuelo para el domingo a la tarde, aunque sabía que lo dejaba muy justo para llegar al show. A eso se sumaba otro factor que lo angustiaba aún más: el pronóstico anunciaba tormentas y existía la posibilidad real de una cancelación.
Como si fuera poco, después de grabar su descargo para redes, recibió un mail de Flybondi informando otra reprogramación: el vuelo pasaba a las 15, achicando todavía más su margen. Y horas más tarde llegó la noticia que terminó de desarmarle los nervios: una nueva actualización movía la partida a las 21:55 del sábado. “Hoy no es un buen día”, escribió Tadeo, agotado y frustrado por tantas trabas.
Entre pasajes vencidos, horarios cambiados y la sensación de que nada estaba saliendo como debería, Tadeo finalmente reveló cuál era el motivo de tanta insistencia: quería llegar al esperado show y meet & greet del cantante Robleis. Un plan simple que, para él, terminó convirtiéndose en una verdadera odisea.
