Una despedida con ritmo y emoción
El 15 de noviembre no será una fecha más para la comunidad del baile misionero. Ese día, Daniel Villalba y Romina Gareca subirán por última vez a un escenario argentino para despedirse antes de emprender una nueva etapa en México. Allí competirán en el Mundial de Bachata y se quedarán a vivir, cumpliendo un sueño largamente construido con esfuerzo, constancia y amor por la danza.
“Estamos por migrar a México. Viajamos a competir ahora en el Mundial y ya nos quedamos a vivir allá”, contó Dani en diálogo con Tierra Sin Mal. La noticia, que ambos confirmaron también a través de sus redes sociales, movilizó a todo el ambiente artístico local, que los vio crecer y dejar una marca profunda en el desarrollo de los ritmos latinos en Misiones.

“Con el corazón lleno de emociones y, sobre todo, gratitud por todo el amor y apoyo que nos dieron y nos dan constantemente. El 15 de noviembre queremos despedirnos juntos, compartir nuestra alegría, nuestro baile y nuestro último show en suelo argentino”, expresaron en su mensaje a los seguidores.
De las pistas misioneras a los escenarios del mundo
La historia de Dani y Romi es la de dos artistas que encontraron en la bachata no solo una pasión, sino un propósito. Daniel lleva una década formando bailarines en Misiones, mientras que Romina se sumó al mundo de los ritmos latinos en 2019. Ambos se conocieron trabajando en La Octava, un grupo que revolucionó la escena local al demostrar que el baile podía ser una carrera profesional, con disciplina y proyección.
En aquellos primeros años, Dani fue clave en la organización de eventos que marcaron un antes y un después en la región. En 2017, produjo el BATA SBK Congress, el primer congreso internacional de la provincia, con figuras estelares de la salsa y la bachata como Carine Morais y Rafael Barros, ocho veces campeones mundiales. “Fue un evento que puso a Misiones en el mapa. En ese momento nadie hablaba de congresos internacionales acá, y logramos hacerlo realidad”, recuerda.
Con el paso del tiempo, el vínculo artístico con Romina se fortaleció y se transformó en una dupla que hoy combina talento, conexión y técnica. Juntos, lograron llevar el nombre de Misiones a competencias nacionales e internacionales. En 2024 se consagraron subcampeones argentinos y alcanzaron la final del Mundial, consolidando su lugar entre los mejores del país.
El salto que cambió sus vidas
El gran punto de inflexión llegó durante una competencia, cuando conocieron a Gabriel y Leticia, reconocidos bailarines argentinos radicados en Australia y múltiples campeones mundiales de bachata. Con lo último que les quedaba de dinero, Dani y Romi decidieron tomar una clase privada con ellos, sin imaginar que esa elección marcaría su destino.
“Fue la mejor decisión que pudimos haber tomado. Nos cambió la cabeza, nos enfocó. A partir de ese momento supimos que queríamos dedicarnos 100% a esto”, relatan.
Desde entonces, comenzaron a entrenar con los campeones y su progreso fue notable. En poco tiempo, su nivel técnico y artístico se elevó, permitiéndoles competir de igual a igual con parejas de todo el mundo. Pero lo mejor aún estaba por venir: en septiembre de este año, sus maestros los invitaron a sumarse como parte del staff docente de la nueva escuela que abrirán en México.

“Fue un bombazo. Todo lo que veníamos buscando se alineó. Nuestros profes se mudan a México y nos ofrecieron ser parte del proyecto. Es un tren que teníamos que tomar sí o sí”, confesaron emocionados.

Entre la emoción y el sacrificio
La decisión no fue sencilla. Migrar implica dejar atrás la familia, los amigos y los grupos de alumnos con los que trabajaron durante años. “Es el sueño que siempre tuvimos, pero llegó de manera muy repentina. Todavía no tuvimos tiempo de procesarlo. Estamos en modo automático, entrenando, trabajando, cerrando etapas”, reconocen.
En esa dualidad entre alegría y nostalgia, los dos coinciden en que este paso es también un acto de fe. “La vida te da las cosas que querés, pero no siempre de la forma en que esperás. Hoy entendemos que es el momento de ir a buscar más. México nos abre la puerta para crecer y vivir de lo que amamos”.
Un legado para la danza misionera
Más allá del éxito personal, Romi y Dani se despiden con la satisfacción de haber dejado una huella. “Con La Octava demostramos que los ritmos latinos pueden vivirse de manera profesional, que no son solo un hobby. En Misiones hay talento, disciplina y potencial. Solo faltaba animarse a soñar más alto”, subrayan.
Esa mentalidad fue la que los llevó a romper límites. Mientras muchos veían en la bachata una actividad recreativa, ellos apostaron a la excelencia. “Queremos que más artistas de Misiones se animen a crecer, a competir, a capacitarse. No es fácil, pero se puede. Nosotros somos prueba de eso”, aseguran.
El próximo 15 de noviembre, su despedida promete ser un show lleno de energía, emoción y gratitud. Será la última vez que los reyes de la bachata bailen sobre un escenario misionero antes de conquistar nuevos horizontes.
“Nos vamos con el corazón lleno, con la certeza de que todo el esfuerzo valió la pena. Misiones siempre va a ser nuestro hogar y nuestro motor. Ahora queremos llevar nuestro arte al mundo”, concluyen.


