En el streaming no todo es política, chismes o debates de coyuntura. A veces también hay espacio para esas confesiones que nos hacen sentir más humanos (y un poquito cholulos). Y así fue como las periodistas de Aldiome se animaron a blanquear cuáles son esos lujos que hoy, en tiempos de precios por las nubes, se dan bajo la consigna: “para esto trabajo” o «por qué me lo merezco».
Entre risas y guiños cómplices, Lu Lopez tiró la bomba: “comprarse una crema de leche es un lujo”. Sí, el potecito blanco de la heladera, convertido casi en símbolo de status. Flavia Dechat subió la apuesta con su ritual de peluquería y hasta con el toque gourmet de comprar algas para sushi, porque darse un gusto también puede ser un viaje directo a Japón.
Pero la más enfática fue Raquel Machon, que no dudó en proclamar su obsesión: el aceite de oliva. Oro líquido que, según contó, la hace suspirar cada vez que lo lleva a la mesa, aunque reconoce que su precio lo vuelve un placer casi prohibido.
Con frescura y humor, las chicas de Aldiome reflejaron lo que muchos piensan y pocos dicen: en tiempos de bolsillos ajustados, darse esos gustos cotidianos se vuelve un verdadero lujo… pero siempre con la excusa perfecta: “para esto trabajo”. Y vos ¿coincidís con ellas?
