En el universo del espectáculo, un mal ángulo puede ser un escándalo… y un mal retoque, una pesadilla viral. Y la Community Manager, Yuli Rolón lo sabe: le pidió a la inteligencia artificial que le puliera una foto para su carrusel y lo que volvió parecía un casting de serie fantástica.
En la primera versión, Yuli apareció con tres brazos como si hubiera firmado contrato para la nueva temporada de Stranger Things. En la segunda, la IA corrigió el exceso de extremidades, pero le encajó unas ojeras tan profundas que parecían patrocinadas por el insomnio crónico.
Con su humor filoso, Yuli subió las pruebas a sus historias, dejando a la vista que la IA todavía no entiende la regla número uno del Photoshop: favorecer, no arruinar.
«Diganme si yo estoy loca ¿o no? O sea después me hizo con las mismas indicaciones con cara triste», dijo como exasperada la joven periodista mientras hacía dormir a su pequeña en brazos.
Conclusión: Yuli se llevó un momento viral y la confirmación de que, por ahora, el mejor filtro sigue siendo el ojo humano… y no el algoritmo con delirio creativo.