Desde hace un tiempo, Leandro Orrego y Elizabeth Suarez se radicaron en la ciudad de Posadas, donde iniciaron una deliciosa Pyme que de a poco va dando resultados. Se trata de Fogonarte, un asador criollo que atrapó a los vecinos de Villa Sarita (Eugenio Ramírez al 900) los días domingos y que ahora va por más.
Semanas atrás, las cualidades de asador de Leandro y Elizabeth, sumado al trabajo en equipo los consagraron como los mejores asadores del 4to Festival del Asador Criollo que se desarrolló en la localidad correntina de Goya, al cual asistieron más de 60 asadores de todo el país.
“El jurado evaluó muchas cosas, pero marcamos la diferencia en los detalles, como en el mantenimiento del orden, la limpieza y las medidas de seguridad, algo que para nosotros es fundamental” nos dice Elizabeth, orgullosa del logro obtenido ante asadores de provincias como Santa Fe, Entre Ríos y Santiago del Estero, entre otros.
“Cocinamos con pasión desde hace rato. Teníamos muchas ganas de emprender algo que nos ayude económicamente y al mismo tiempo que nos de satisfacción hacerlo ya que utilizaríamos nuestro fin de semana de descanso”, contó Leandro, mientras controla bien de cerca los pormenores de un asado que está por llegar a su punto más jugoso.
Respecto a sus inicios, relató a TSM que “todo nace cocinando siempre para amigos, familiares y vecinos con la intención de buscar excusas para poder compartir y juntarse alrededor del fuego”. Hasta que el 7 de julio decidieron formalmente trasmitir la experiencia a los vecinos con la venta.
A partir de las 12 se suma gente que viene a buscar su pedido, por eso tenemos que hacer un alto en la entrevista, ya que el verdadero protagonista que es el fogón requiere de toda su atención.
Según cuenta Leandro, el secreto del sabor de los cortes es un particular diseño de fogón para no dañar la vereda y mantenerla limpia en todo momento, algo que se puede dejar bien marcado en las imágenes pos asado.
“Nuestra técnica de cocción es a la estaca, para lo cual sólo utilizamos leña y arrancamos muy tempranito, 4.30 de la mañana, con la idea alocada siempre de traerle el campo a la ciudad al vecino”. En este sentido, el trabajo de equipo está bien definido, Leandro selecciona la carne y cocina, mientras que Elisabeth se encarga de las salsitas, las mandiocas y todo lo referido al packaging, que es un placer para la vista.
“Mi hermano Nicolás, desde Formosa se encarga de las redes sociales y la verdad gracias a Dios ya conquistamos el paladar de los vecinos posadeños” cuenta quien está a cargo del fogón y de paso ya nos adelanta sus próximos objetivos, “nos gustaría participar del concurso de asadores del Alto Uruguay, que se hace en San Vicente y San Javier y también apuntamos a tener el local propio”.
CF.