Instagram anunció que en las próximas semanas eliminará el estilo de novedades que adoptó para competir con TikTok, un ajuste para incrementar el tiempo en pantalla y el consumo de video de los usuarios. Esta nueva política de la compañía provocó un rotundo rechazo por parte de cientos de miles de personas que postearon en sus cuentas: Hagan de Instagram Instagram otra vez. Es que muchos usuarios consideraron que, como sucedió con Facebook y su marketplace, la identidad del espacio virtual cambiaría demasiado.
“Me da gusto el hecho de que hayamos tomado riesgos. Si no fracasamos de vez en cuando es porque no estamos pensando lo suficientemente en grande o de forma atrevida”, ha dicho Adam Mosseri, el jefe de Instagram, en una entrevista a The Verge, un medio especializado en tecnología. “Pero definitivamente tenemos que dar un paso atrás y reagruparnos. Hemos aprendido mucho y volveremos con alguna idea nueva o alguna reiteración”, admitió el desarrollador. Mosseri también reconoce que en muchas ocasiones el cambio genera repudio en los usuarios. En esta ocasión el desagrado les ha quedado muy claro. “La gente se siente frustrada ante el nuevo diseño y los datos de uso no son muy buenos”, ha añadido.
Instagram había lanzado recientemente un diseño de fondo negro que abría su página principal con Reels, vídeos en formato vertical y de corta duración para verse en toda la pantalla. A estos, que bien podía ser contenido de un desconocido sugerido por el algoritmo, seguía un eterno carrete de imágenes. La fotógrafa e influyente estadounidense Tati Bruening se había quejado de estos ajustes. La influencer había iniciado una campaña de resistencia para que volviera a priorizarse las fotografías y vídeos de amigos y conocidos a los que sigues. Su reclamo sumó el respaldo de más de 280.000 personas en 30 países en Change.org.
El respaldo público fue casi inmediato. Importantes instagramers se sumaron a la campaña. Entre estas, Kylie Jenner y su hermana, Kim Kardashian. Entre ambas suman más de 380 millones de seguidores en la plataforma, que fue comprada en 2012 por Facebook por 1000 millones de dólares. Mosseri había reaccionado a todas las muestras negativas con un video en el que explicaba que estas eran pruebas con el objetivo de dar a los usuarios una experiencia de gran pantalla a los usuarios en sus móviles.
Mosseri, no obstante, ha dicho que la apuesta por el video dentro de Meta era anterior al despegue de TikTok, que se ha convertido un real competidor para el cluster de Mark Zuckerberg. En febrero, la compañía se dejó 250.000 millones de dólares de capitalización el día que presentó resultados de 2021. Estos indicaban que la tecnológica enfrentaría serios obstáculos en 2022 ante la pérdida de ingresos publicitarios por los ajustes de privacidad en los iPhones, donde los usuarios pueden desactivar el rastreo de datos. Zuckerberg explicó entonces a los empleados y accionistas que Meta se iba a enfocar, en el corto plazo, en sus productos de video como forma de mantener el terreno frente al empuje de TikTok.|