En nuestra ruta de rincones con buen café en la ciudad, una de las sorpresas es Bici Café, en particular el que se encuentra dentro de la librería Tras los Pasos, sobre la calle La Rioja en pleno centro posadeño. En este espacio rodeado de libros y un ambiente especialmente calmo, trabaja Lourdes Cassarino, otra gran barista que vino de Corrientes a hacer una carrera aquí en la tierra sin mal.
Si sos de aquellas personas que gustan de la lectura, vale destacar la atención de Tras los Pasos, su catálogo y la información que manejan cada uno de sus empleados. Y lo que tiene de especial es la posibilidad de sentarte allí mismo a hojear esa novela nueva que conseguiste mientras tomás algo de la cafetería. Y seguro que te llevás una sorpresa al probar la variedad que pidas, porque se trata de café de especialidad, un estilo de preparado de la infusión que potencia mucho más los sabores.
Y si bien Bici Café es un proyecto del que hablaremos más adelante en TSM, una de sus principales colaboradoras es Lourdes y es otra de las personas comprometidas en que esta tendencia crezca. Su carrera de barista empezó en realidad en la cocina, aunque empezó a trabajar desde muy joven en Ituzaingó. Desde siempre estuvo acostumbrada a trabajar en cocinas y el paso siguiente fue venir a estudiar gastronomía a Posadas.
Fue entonces que conoció otro ritmo dentro de las cocinas, con más de trescientos platos preparados en cada jornada y otros desafíos más. Pero para Lourdes todo fue aprendizaje, según cuenta, y pronto fue encontrando su lugar. De las cosas que más le gustaba hacer, servir café era algo en lo que quiso mejorar. Sin embargo, al querer investigar un poco se dió cuenta pronto de que era un mundo mucho más amplio de lo que antes sospechaba.
Cuando Café Colón estaba dando sus primeros pasos, y todavía no se trataba exactamente de un café de especialidad, se unió al equipo y comenzó a capacitarse poco a poco. El trato con los clientes, la atención, todo lo que tiene que ver con el estilo tan íntimo del Colón en especial, fue una experiencia clave para lo que hoy maneja con naturalidad en Bici Café. Y su cambio de proyecto fue también un puntapié a pensar un futuro proyecto propio.
Algo que Lourdes disfruta mucho es la docencia, el explicar de qué se trata. “Me metí en este mundo y tengo que estar a la altura de lo que es este producto, es algo que te exige mucho para poder brindar algo de calidad, pero creo que todo lo que te apasiona se vive así, de alguna manera” explica. Para ella el potencial que puede tener un buen café cuando está bien preparado, es parte de lo que disfruta dar a conocer.
“El café es versátil: se puede tomar en cualquier momento del día, frío o caliente es igual, para el que le gusta se adapta a todo. Yo lo volví algo tan habitual por un lado, y por otro, me encanta el ritual de compartir un momento con alguien o incluso para mí, es algo que más allá del trabajo, lo hago en casa como para regalarme una pausa, relajar” cuenta.
Sobre sus horizontes posibles, está la espinilla de tener su propio emprendimiento, por supuesto. Cuenta con la gran experiencia de haber acompañado en el crecimiento de otros proyectos, aunque de todos modos, admite que le gustaría saber mucho más. Las capacitaciones son infinitas y para Lourdes la excelencia sería poder realizar catas o dedicarse por qué no a ser sommelier. De momento, su calidad como barista es excelente y podés probar su excelente estilo en su rincón de La Rioja y San Lorenzo.